Stift Engelszell

La cerveza austriaca también es trapense

La única abadía trapense de Austria se incorporó a la exclusiva red de cerveceros con el sello oficial de cervezas trapenses en 2012. Fue la segunda abadía no belga después de los holandeses de Brouwerj de Koningshoeven con su La Trappe. Desde entonces los nuevos siempre han sido de fuera de Belgica. EEUU, Holanda, Italia e inglaterra. En este caso Esta abadía fundada en 1293 se ha tomado muy en serio su papel y producen cervezas exquisitas y de corte tradicional y belga.

Un gran cerveza trapense, homenaje a quien la hizo posible Os traemos nuestra última novedad trapense. Con esta cerveza hemos...
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Historia de la abadía de Engelszell

Como otros muchos, nació como monasterio cisterciense y la fundó el obispo de Passau nada menos que en 1293. En su larga historía, como también muchas otras abadías, sufrió incendios y crisis, tanto financieras como vocacionales, por estar en el epicentro de la reforma protestante. 

abadía Engelszell - cerveza trapense

Hasta 1925 no pasó a refundarse como monasterio trapense. Pasó a tener el rango de abadía en 1931. Durante la II guerra mundial la llegó a ocupar la Gestapo y los monjes expulsados o encerrados, alguno de ellos en el campo de concentración de Dachau. Al final de la guerra, tras el fallecimiento de varios monjes, la comunidad quedó diezmada, y los que quedaban vivos se unieron a los monjes trapenses expulsados de Bosnia.

Antes de empezar a producir cerveza trapense en 1992, siempre se han sustentado con la producción de alimentos agrícolas y queso. Situados en un entorno rural y muy natural, utilizan materias primas de la zona y ecológicas para producir gran cantidad de productos alimentarios. Es la característica tradicional y el modo de vida de la orden de Trapa.

Cervezas para la quietud

Como ellos mismos promulgan, hay que dar tiempo y quietud a lo bueno. Puede ser un buen resumen de la manera de hacer de esta comunidad. Dejar que la naturaleza siga su ritmo y dar tiempo a la fermentación, maduración y el almacenamiento de la cerveza. A la naturaleza no se le fuerza.

La fábrica de cerveza la inauguraron en 2012 y desde entonces producen sobre todo tres cervezas, Nivard, Benno y Gregorius. Esta se basaban en el modelo belga, aunque después han incorporado más influencia austriaca con cervezas como la Zwick en 2020. Para todas ellas, cuentan con ingredientes de proximidad. Malta de cebada y trigo de Austria y malta de Baviera. Para el lúpulo cuentan con la zona de Muhlvierten que es la gran zona productora de lúpulo de Austria.

En el caso de esta cervecera, es probablemente la de menor producción de todas las que tienen el sello trapense. Esto hace que sean cervezas super exclusivas y escasas.

Hay que recordar que los beneficios en la venta de cervezas u otros productos se dedican al mantenimiento de la Abadía de Engelszell y de las instalaciones necesarias para la producción.

El Gregorius brilla en la copa en un poderoso marrón castaño oscuro. Las notas de frutas maduras dominan la nariz. En el primer trago se presenta un poderoso cuerpo de malta, cual de café. y aromas oxidados, aromas de chocolate ligeramente botánicos acompañan el final cálido de esta poderosa cerveza trapense.

El padre Dr. Gregor Eisvogen llevó a los trapenses que fueron expulsados ​​de su monasterio en Oelenberg después de la Primera Guerra Mundial a Engelszell. Ni los altos costos de compra ni las malas condiciones estructurales lo desanimaron. Ez tenía una fe envidiable en Dios. Luchó contra muchas resistencias. P. gregor eisvongel morir