Durante la I Guerra Mundial, fuera de la ciudad de Silly, en Bélgica, se instaló la base de un regimiento de soldados escoceses, que en sus visitas a la ciudad comenzaron a demandar una típica Scotch Ale.
Como este estilo no pertenecía a la tradición cervecera local, el comandante de la unidad ordenó traer materias primas desde Inglaterra para ayudar a su producción. Con los ingredientes necesarios la Brasserie Silly pudo elaborar un Scotch Ale con acento belga, una colaboración nacida en tiempos difíciles con un excelente resultado.
La Brasserie Silly lleva activa desde 1860 y fue fundada bajo el nombre Cense de la Tour, cuando las granjas producían su misma cerveza en invierno para poderla consumir en verano. La experiencia de la elaboración artesanal en la pequeña aldea de Silly, a unos 40 km al sur de Bruselas, ha pasado de padres a hijos a través de seis generaciones hasta que ahora es reconocida como un punto de referencia para la calidad tanto en Bélgica como en el resto de mundo.
Los últimos años ha experimentado un crecimiento constante gracias a las ventas de exportación y su imagen de calidad a la manera tradicional belga. La producción en 2008 fue de 10.000 HL, pero para 2018, ya se superaron los 25.000 HL.
Una cerveza tostada, aromática e intensa.
Vista: Color tostado oscuro pero transparente con cremosa espuma de persistencia alta.
Olfato: Aroma suave y aterciopelado de malta y café tostado.
Gusto: Sabor agradable a lúpulo y madera con caramelo pronunciado. Final lleno de impresiones ahumadas y un toque alcohólico muy sutil.
