Herederos del saber hacer trapense
La historia de St. Bernardus es la de una cerveza monacal que no es reconocida por el sello trapense. En el siglo XX, su fábrica de Watou adquirió la experiencia y habilidades de los monjes de la abadía de San Sixto. El empresario Evarist Deconinck compró la licencia para cocinar sus recetas, pero la llegada del sello auténtico trapense excluyó sus elaboraciones ya que no se fraguaron dentro de los muros de la abadía. Estos fueron tiempos de incertidumbre para la empresa, pero ha sabido recomponerse gracias a su fuerte apuesta por la tradición de las cervezas belgas. Su gama de cervezas incluye desde su reconocida tripel hasta las mejores ale de abadía.
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Historia de St. Bernardus
El origen de la cerveza St. Bernardus está ligado a la historia de dos abadías. En 1903, los monjes que vivían en la Abadía de Catsberg (Mont des Cats) tuvieron que huir del anticlericalismo francés. Su destino cayó a unos pocos kilómetros de la frontera en Watou, una pequeña aldea de Flandes, en Bélgica, donde se establecieron bajo el nombre de Refugio de Nuestra Señora de San Bernardo. Los primeros años se dedicaron a elaborar queso para poder financiar sus actividades.
En 1934, los monjes regresaron a Francia cuando su persecución había finalizado. Fue entonces cuando Evarist Deconinck adquirió el derecho a seguir fabricando los quesos de Watou.
En 1946, los monjes trapenses de la Abadía de San Sixto, a diez kilómetros de la quesería, necesitaban fondos para restaurar su monasterio. Decidieron limitar sus cervezas a tres cafeterías cercanas y al consumo propio. Fue así como vendieron a Deconinck la licencia comercial para poder financiar las reformas de su hogar. A un costado de la quesería, el empresario levantó un nuevo edificio para comenzar a fabricar la Sixtus de Watou. Nació la cervecería Saint Bernardus, que se dedicaba a elaborar las cervezas que se hacían en la abadía con el apoyo del maestro cervecero polaco Mathieu Szafranski.
En 1959, el empresario vendió la quesería para centrarse en el arte del lúpulo y la cebada. El problema fue el bandazo del sello ATP. En los años 80 nació la marca que aglutinaba a aquellas cervezas con distintivo trapense auténtico. Unas condiciones que la marca St. Bernardus no cumplía (ya que no se producía dentro de los muros de la abadía) y que provocó la fracción entre la fábrica y los monjes de San Sixto, quienes retiraron su licencia. Desde entonces, St. Bernardus sigue elaborando las recetas originales de abadía sin usar el nombre de Wetvleteren. La esencia monástica sigue presente en sus ocho creaciones a pesar de todo, y su simbólico monje del etiquetado es todo un emblema para los cerveceros.
Para que conozcáis un poquito más esta increíble fábrica y sus cervezas aquí os dejamos este pequeño vídeo:
Comprar cervezas St. Bernardus
El catálogo de St. Bernardus conserva las recetas originales de la abadía de San Sixto, una apuesta por las cervezas belgas de calidad y sus tipos de elaboraciones más clásicas. Las creaciones de St. Bernardus suelen asomarse por las mejores cervecerías y tiendas especialidad.
Si quieres probar sus ocho atractivas cervezas, la mejor opción es hacer un pedido en Escerveza para no perderte ninguno de sus brillantes sabores. También puedes hacerte con su bonita copa para una experiencia más placentera. Cabe destacar que las cervezas se numeran y su catálogo conserva las recetas originales de la abadía de San Sixto, una apuesta por las cervezas belgas de calidad y sus tipos de elaboraciones más clásicas. Las creaciones de St. Bernardus suelen asomarse por las mejores cervecerías y tiendas especialidad.
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St. Bernardus Pater 6
- St. Bernardus Prior 8
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- Watou Tripel - Belgian Tripel
- St. Bernardus Christmas Ale
- St. Bernardus Tokyo
Además, la cervecería St. Bernardus cuenta con una gran variedad de opciones para aquellos que quieran conocer más sobre sus cervezas. Ofrecen visitas guiadas por sus instalaciones, donde se puede aprender todo sobre su proceso de elaboración y su historia. También tienen una tienda en la que se pueden adquirir sus productos, así como otros souvenirs y artículos relacionados con la cerveza.
St. Bernardus se ha convertido en una de las cervecerías más reconocidas y respetadas del mundo, gracias a su compromiso con la calidad y el sabor. Sus cervezas son muy valoradas por los amantes de la cerveza en todo el mundo, y sus recetas originales de abadía han resistido el paso del tiempo y siguen siendo muy populares hoy en día.
Si eres un apasionado de la cerveza y quieres probar algo diferente y auténtico, no dudes en probar las cervezas de St. Bernardus. ¡Te aseguramos que no te arrepentirás!