Como grandes fanáticos de las cervezas estilo geuze, De Ranke quiso elaborar su propia cerveza de fermentación espontánea. Para su sorpresa, con un gran éxito. Aparte de su propio Spierelambiek, su cerveza fermentada espontáneamente que lleva el nombre de un pequeño río que corre cerca de la cervecería, utiliza dos lambieks tradicionales del valle del Senne (cerca de Bruselas) para hacer una mezcla. En Mirakel se utilizan lambieks de uno, dos y tres años, todo un milagro.
La historia de De Ranke comienza hace no muchos años, en 1994 concretamente, con un nombre propio, el de Nino Bacelle, quien fundara en ese año una pequeña cervecería en la localidad belga de Wevelgem. En sus inicios Nino elaboraba una única cerveza denominada Guldenberg, en honor a la abadía de la localidad.
Este apasionado cervecero ya venía de una trayectoria formativa muy completa durante los años 80, y tras mucho probar decidió dar el gran salto, aunque encargando inicialmente la elaboración de su cerveza a otra cervecería ubicada en Woesten-Vleteren llamada Deca. Fue así como poco después conocería a su socio Guido Devos quien se uniría con él en su proyecto de De Ranke.
Pasados 11 años de elaboraciones en Deca, decidieron construir una nueva fábrica en la localidad de Dottignies desde donde elaboran actualmente todas sus grandes cervezas que se exportan a muchos países a lo largo del planeta, convirtiéndose así en una de las marcas de cerveza más reconocidas a nivel internacional.
Una cerveza ácida y afrutada
Vista: color rojizo, brillante, con una ligera espuma blanca muy fina.
Olfato: intensidad aromática moderada, principalmente afrutada, con notas de acidez láctica.
Gusto: en boca presenta notas ácidas relativamnte suaves, acompañada de notas frutales, madera y un amargor muy, muy suave. Sensación: cerveza de cuerpo medio, carbonatación fina, muy ligera, refrescante, donde lo más predominante es su suave acidez.
