Orval

La cerveza trapense del monasterio de los 1.000 años

La cerveza Orval esconde tras su excelente sabor una historia casi milenaria. Orval, año 1030.  Ese día abrió sus puertas por primera vez hasta quedar destruido en la Revolución Francesa. En el nuevo levantado posteriormente, la Abadía Notre-Dame d'Orval, comenzó a funcionar esta cervecería en 1931 para financiar su reconstrucción. Su delicioso producto, una Brown Ale magnífica, genera ingresos que son destinados a obras sociales y el mantenimiento de la Abadía. Este dogma le ha permitido convertirse en un 'Producto Trapense Auténtico', una designación obtenida también por la participación de los monjes en su elaboración y su fabricación dentro de la abadía.

Cerveza Orval En 1931, se fundó la cervecería de Orval para sufragar parte de los gastos de la...
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Orval, una trapense milenaria

El primer monasterio trapense de Orval fue fundado en el año 1030. Dentro del perímetro histórico, la comunidad monástica y sus maestros cerveceros han desarrollado continuamente las actividades cerveceras. 

Entre los muros del monasterio de Orval se ha fraguado una de las historias más longevas del mundo de la cerveza. A pesar de que la cervecería de la Abadía Notre-Dame d'Orval no comenzó a funcionar hasta 1931 para financiar la reconstrucción de un edificio destruido durante la Revolución Francesa, hay documentos fechados en 1620 que ya hacen referencia al consumo de los religiosos de cerveza y vino. El hermano Pierre, el último de los maestros cerveceros, configuró una deliciosa receta que en 1932 salió en toneles de la abadía por primera vez. Estamos ante la primera cerveza trapista que se vendió en Bélgica a nivel nacional.

En la actualidad ha cruzado fronteras, con una producción de 22 millones de botellas al año. Una gran parte, el 85%, no sale de BélgicaLos ingresos generados por la marca se destinan a obras de bienestar social y al mantenimiento de los edificios. Esta dimensión ética es uno de los tres criterios en la designación de "Producto Trapense Auténtico". Para ser calificado con esta designación, un producto debe fabricarse en una abadía trapense, la comunidad monástica debe participar directamente en la gestión de las actividades y los ingresos deben utilizarse esencialmente para fines benéficos.

La leyenda tras la etiqueta de la Orval

Seguramente se habrá fijado en la llamativa etiqueta de la Orval. La protagoniza una trucha con un anillo de oro en la boca. Resulta un bonito homenaje a una leyenda inspirada en la fundación de la Abadía de Orval. Cuentan que la condesa Matilde de Toscana, viuda de un duque de la Baja Lorena, perdió en el río del valle su anillo de compromiso. Mala suerte. ¿Qué hizo? Rezar. Y una trucha salió del agua con el anillo en la boca. “Esto es realmente un valle de oro!”, celebró la mujer. De ahí, de Val d’Or derivó la palabra Orval, lugar bendito donde se construyó el monasterio.

Características de la cerveza Orval

Orval es una cerveza tostada de alta fermentación con un complejo sabor gracias, en parte, a su levadura única: la Brettanomyces lambicus. El resultado es una birra tostada clara, ligeramente turbia y con una gran espuma.  El aroma es una delicia, con toques de cuero, especias y elementos terrosos. Y el sabor en boca no decepciona: pan líquido con final seco y amargo. Estas cualidades únicas se obtienen en dos momentos clave del proceso de elaboración. El primero, la técnica dry hopping. Consiste en introducir grandes cantidades de lúpulo (usan Hallertau, Styrian Goldings y Strisselspalt) en la segunda fermentación, que dura tres semanas. La otra es la magia de la cepa de levadura Brettanomyces durante la maduración. La bebida obtenida se embotella en recipientes de un tercio de forma contorneada, a los que se les añade azúcar candi disuelto con levadura fresca para una tercera fermentación ya dentro de la botella. En ellos la cerveza madura durante más de cuatro semanas. Si se guarda, incluso más de seis meses, su sabor se hace más complejo. ¿Lo óptimo? De 5 a 10 años… ¡Paciencia!

La Orval es la única cerveza hecha en la abadía que se comercializa. La otra, la Petite Orval, es para consumo exclusivo de los monjes salvo en algunas ocasiones, cuando está a la venta en el propio monasterio.

Requisitos del sello trapense

No es lo mismo elaborar cerveza trapense que de abadía.  Las primeras suelen ser generalmente turbias, ya que no se filtran, de fermentación alta (Ale), con alguna excepción. Y para recibir el sello de autenticidad trapense deben cumplir tres normas fundamentales que no necesariamente cumple una cerveza de abadía: 

  1. La cerveza debe elaborarse dentro de las muros o en las proximidades de la abadía/monasterio.
  2. La producción debe ser elaborada por, o bajo, la supervisión de la comunidad monástica y la misma debe estar arraigada al monasterio y su cultura monástica.
  3. Los ingresos obtenidos de las ventas serán usados para el sustento de los monjes y para el mantenimiento del monasterio. Lo que sobre debe destinarse a obras sociales.

Cómo servir una Orval

Servir a la perfección una cerveza Orval es todo un arte. Estos son algunos consejos: 

  • La botella debe abrirse con un buen abridor bien sostenido en la mano
  • Es recomendable aplicar algo de presión sobre la tapa para que se quede en la botella. La cerveza tiene que vertirse despacio en el vaso Orval sin agitarla. 
  • La botella, en posición horizontal y el vaso un poco inclinado. 
  • Para obtener una buena espuma, hay que enderezar la botella cuando quede 1 centímetro de cerveza. 
  • La más importante: ¡A disfrutar!


¿Dónde comprar cerveza Orval?

No es fácil encontrar en España la cerveza Orval. Solo el 15% de su producción sale de Bélgica. En Escerveza tenemos la suerte de disponer en nuestro catálogo de esta delicia, además de su vaso especial para que tu experiencia trapense sea más completa.