Grevensteiner, tradición alemana

Antes que nada, y a diferencia de muchas otras fábricas, Grevensteiner es una de las marcas elaboradas por la fábrica alemana coloquialmente conocida como Veltins. Decimos eso de "coloquialmente" por que Veltins es la cerveza insignia de la casa y la que pone nombre a la fábrica y empresa. Ah, y además, también es el apellido de la familia que después de 5 generaciones sigue al mando de "las cocinas". 

Durante el siglo XIX, la gente de Grevenstein (localidad Alemana situada al Noroeste del pais -entre entre Bremen y Francfort-) elaboraba una cerveza especial cuyo sabor era tan excepcional que su fama se extendió más allá de las fronteras del Zaurland (apodo que recibía la región de Saurland y que significa 'país de las 1000 montañas’). La cerveza que haya elaboraban los aldeanos de la zona era muy famosa, y en parte, se debía a las perfectas condiciones para hacer una cerveza de alta calidad: agua especialmente pura y suave que fluye de los manantiales naturales alrededor de Grevenstein, ideal para el proceso cervecero local, trigos y cebada para su elaboración y humedad proveniente de la altura para las levaduras. 

Una historia familiar desde 1852 hasta el día de hoy

La historia comienza en 1824, cuando Franz Kramer comenzó por primera vez la producción en esta fábrica. Tan solo 27 años después, llegaría a manos de la familia Veltins, cuando en 1852 Clemens Veltins se hizo con el control de la empresa. Y sería otros 41 años después cuando Karl y Anton entraron a relevar a su padre cuando cambiaron el nombre e imagen de la fábrica. En 1893, con la entrada de la nueva generación, la fábrica optaría por el nombre que hoy continua Brauerei C & A Veltins. Hoy en día, tras varias generaciones mediante, la compañía esta liderada aún por la familia Veltins: Sussane Veltins. 

Los hermanos Karl y Anton se dieron cuenta de la especial singularidad y de lo apropiado de su zona para elaborar cerveza cuando se hicieron cargo de la Cervecería Grevenstein de su padre Clement Veltins en 1893 y comenzaron a dirigirla como una empresa comercial bajo el nombre de C. y A. Veltins; nombre que actualmente mantiene.

Karl y Anton aprendieron el oficio cervecero desde abajo, adquiriendo experiencia en cervecerías de Westfalia, el Rin y hasta en Baviera. Con motivo del centenario de la cervecería en 1924, enviaron una postal con las siguientes palabras: 'Al incorporar los últimos avances tecnológicos de la industria, la cervecería seguirá desempeñándose al máximo de su capacidad. Un brindis por todos los que disfrutan de un refrescante vaso de deliciosa cerveza Griensteiner después de un duro día de trabajo'. Karl y Anton se mantuvieron al día con los tiempos, pero nunca perdieron el amor de su padre por el arte y la artesanía de elaborar cerveza. La cervecería Veltins sigue este mantra hasta el día de hoy, respetando la tradición y la pureza de los elementos como parte esencial de la innovación. El arte de elaborar cerveza y las especialidades cerveceras están experimentando un verdadero renacimiento en el mundo entero, y por supuesto, también en Alemania. Grevensteiner forma parte de la forma de revivir la marca tradicional de los hermanos Carl y Anton,   y su historia se relaciona estrechamente con la historia del pueblo de Grevenstein y su tradición de elaborar cerveza Landbiern - "De Campo".

Grevensteiner sigue representando tradición y pasión

La cervecería C. & A. VELTINS, con su marca Grevensteiner, celebra la tradición y la historia familiar sin renunciar a distribuir su marca por todo el mundo. La característica botella 'rechoncha' y las etiquetas de aspecto histórico no solo simbolizan la calidad, sino también la rica historia que ha acompañado a la cervecera durante décadas (10 décadas, 100 años, ni más ni menos). La cervecería ha sabido mantener su tradición viva, adaptándose a los tiempos modernos sin perder esa esencia que la hace única​.

Puedes descubrir más sobre la tradición cervecera alemana y sus marcas aquí.

En el siguiente vídeo, podrás encontrar de forma breve, con subtítulos en castellano como ellos mismos narran la historia de la marca. Cómo no, con un tono siempre ocre y cálido, recordando a campo y tradición.