Cerveza Radler, un triunfo a base de pedaleo.

Algo más que la cerveza con limón, ya existen maravillosas mezclas con pomelo, melón, jengibre...

UNAI L.A.  |  05.11.2020

La cerveza mezclada con limón, o cerveza Radler como se la conoce comercialmente, no es algo que nos suene raro o de lo que no hayamos oído hablar jamás, de hecho es muy habitual ver a mucha gente pidiendo en los bares este tipo de cervezas, bien las que ya vienen elaboradas así de fábrica, o bien la coloquialmente llamada “clara”, un coupage puro y duro de cerveza del tirador con el refresco de limón disponible.

Pero este concepto ha ido un poco más lejos en algunos lugares donde elaboran sus propias mezclas de “radler de autor”, a las cuales ya no se conforman con mezclarlas solo con limón, como mandan los cánones, sino que también se aventuran a mezclarlas con lima, melón, pomelo, jengibre e incluso mojito. Lo que si se debe cumplir a rajatabla es que esta mezcla debe ser lo más equitativa posible y debe dar como resultado una bebida refrescante, saciante y muy ligera de alcohol.

La astucia de Franz Xaver Kugler

A finales del siglo XIX, el bávaro Franz Xaver Kugler trabajó como obrero en la conexión ferroviaria entre Múnich y Holzkirchen, un pequeño municipio rural de Baviera. Franz se cansó del duro trabajo en el ferrocarril y decidió ganarse la vida de otra manera. Se propuso organizar una ruta de transporte que proporcionara cerveza a diario a los trabajadores del ferrocarril y antiguos compañeros, pero también se cansó de estar viajando continuamente y decidió abrir una taberna con el nombre «Canteen der Königlich-Bayerischen Eisenbahn zu Deisenhofen», donde los empleados del ferrocarril podían ir a comer y beber a diario.

Los trabajos del ferrocarril finalizaron en 1897 y Franz se vio obligado a redirigir su restaurante hacia una “waldrestaurant” o taberna forestal a la que más tarde llamó Kugler-Alm. Esta taberna se convirtió en un destino muy popular entre excursionistas y senderistas que se acercaban a la zona para disfrutar de la naturaleza y al finalizar la Primera guerra mundial se construyó un carril bici de unos 15 km de largo que llegaba hasta Deisenhofen y que pasaba por la taberna de Franz, lo que hizo que muchos ciclistas también se convirtieran en habituales de la zona. Estos ciclistas llegaban sedientos a la taberna de Franz y en ocasiones el suministro de cerveza escaseaba y no era suficiente para atender tanta demanda, así que un buen día de 1922, fruto de la necesidad y el ingenio, Franz decidió mezclar la mitad de su cerveza con limonada y para su sorpresa el invento resultó ser de lo más inesperado. Esta nueva mezcla encantó a los sedientos ciclistas, que por un lado veían saciada su sed y por otro lado veían como podían beber varias jarras de esta mezcla sin notar excesivamente  los efectos del alcohol.

Franz llamó a su mezcla “Radlermaß” (Radlermass), algo así como “el litro del ciclista” y dijo que había inventado esta bebida especialmente para ellos, para que no se emborracharan cuando tenían que irse a casa en bicicleta. Pronto la nueva cerveza de Franz se hizo popular en toda Alemania, donde muchos bares, cafés y tabernas realizaban sus propias mezclas y fue más conocida con el nombre de «Radler», que en alemán es como se les denomina de forma coloquial a los ciclistas.

La cerveza Radler tuvo un grandísimo éxito pero en Alemania estaba prohibido vender de manera comercial, es decir, ya embotelladas, cervezas mezcladas con limonada, por lo que las Radler siempre debían ser mezcladas en las propias tabernas hasta que en 1993 Alemania permitió vender cerveza mezclada con algún tipo de refresco, lo que dio lugar a un sinfín de experimentos fallidos y el comienzo de la elaboración de cervezas Radler por parte de los fabricantes alemanes. En el norte de Alemania, a la Radler se le conoce más como Alster, abreviatura de Alsterwasser que en alemán significa «Agua de Alster», un río alrededor del cual se encuentra la ciudad de Hamburgo.

Una de las principales ventajas de la cerveza Radler es su bajo contenido alcohólico y su alta capacidad refrescante, lo que la ha llevado a ser una de las bebidas más consumidas en época sobretodo veraniega y de altas temperaturas, algo que muchas fábricas han sabido explotar exitosamente elaborando incluso versiones sin alcohol. Es más, estas versiones sin alcohol son posiblemente las más exitosas debido a que también son muy bajas en calorías, llegando a contener entre 7 y 8 kCal por 100 ml.

Diferencias entre cerveza Radler y la Shandy

Mucha gente piensa que ambos conceptos y ambos tipos de cerveza son exactamente lo mismo, y no les falta razón, ya que es prácticamente lo mismo salvo su lugar de origen. Así como la Radler se originó en Alemania, la Shandy tiene sus orígenes en la Inglaterra del s. XVIII, donde se la conocía como Shandygaff. Ya en el s. XIX se convirtió en una de las cervezas favoritas de los soldados ingleses que se veían obligados muchas veces a racionar su cerveza mezclándola con cerveza de jengibre.

Hoy en día la archiconocida Shandy es una cerveza mezclada principalmente con refresco de limón o limonada carbonatada pero originalmente estaba compuesta por 2 partes de cerveza y 1 parte de cerveza de jengibre o ginger ale, y alcanzó su máximo apogeo a principios del s. XX en Inglaterra, Irlanda, Canadá y los Estados Unidos.

Quizá la Radler se identifique más con el limón y a las Shandy se les dé un poco más de juego llegándolas a mezclar incluso con zumo de manzana o de pomelo. Pero en ambos casos el objetivo es el mismo, un refresco con cerveza, saciante, refrescante y con poco o nada de alcohol.

Hay muchas versiones, y denominaciones, de esta bebida en diferentes partes del mundo, por ejemplo el Kip Lin de Singapur, una variante de Shandy inventada por el arquitecto e historiador Lee Kip Lin cuando combinaba el agua tónica con una cerveza lager, produciéndose así algo parecido a una cerveza muy crujiente y espumosa. O el Portergaff australiano, también conocido como Portagaf o el Portogaf, que es una mezcla entre cerveza negra tipo Porter y limonada, el Panaché francés, que comprende media cerveza y media limonada carbonatada (o algún otro tipo de soda a base de cítricos). Esta bebida también suele denominarse Mónaco, pero ciertamente el Mónaco es diferente porque incorpora una pizca de granadina. El Panaché es un refresco durante el día bastante común en Francia, también puede encontrarse en países como Suiza y Bélgica. En Francia también se denomina un demi-pèche a la mezcla que combina cerveza francesa con sirope de melocotón.

En España ya hemos dicho que la conocemos popularmente con el nombre de Clara, y junto a la sangría y la cerveza con gaseosa hacen su particular agosto en los cálidos veranos peninsulares. Y otro ejemplo de esta bebida es el del Bull en Cuba, que pronunciado como “bool” es una combinación a partes iguales de cerveza con jengibre y cerveza normal, un fiel ejemplo al Shandygraff inglés, pero con un añadido de jugo de limón y un puñadito de azúcar caribeño. Es sin duda una de las exportaciones más conocidas de la isla.

La verdad es que la cerveza y la imaginación pueden dar lugar a infinidades de mezclas, inventos o mejunjes varios. Una de las variantes de las Radler y las Shandy es también una bebida conocida como Diesel, que es lo mismo que sus predecesoras pero mezclando la cerveza con cola. En algunas partes de Europa continental, por ejemplo, Bélgica, Italia, Alemania y Portugal, una Diesel es una cerveza de barril mezclada con cola, mientras que una Tango se hace con sirope o zumo de grosella. En algunas regiones de Alemania a la mezcla de cerveza lager con cola también se la llama Colabier o Gespritztes.

En Latinoamérica también está el Refajo colombiano, una mezcla de cerveza lager con gaseosa, una bebida carbonatada muy popular en las barbacoas y asados del fin de semana. Y en Chile tienen el Fanshop o Fan-Schop, una cerveza de barril o cerveza dorada (Schop) con refresco de naranja, generalmente Fanta.

También hay otras variantes elaboradas con vinos espumosos y licores, como el Heller Moritz, una Hefeweizen servida con un poco de champán y una rodaja de limón. El Bismarck, llamado así por una bebida favorita de un canciller alemán del siglo XIX, que se elabora con cantidades iguales de Köstritzer (una Schwarzbier) y champán. El Bierkut, una pilsner combinada con una mezcla de vodka y zumo de naranja, el Kalte Ente con sus dos partes de pilsner, una parte de limonada alemana y un chorrito adicional de Kirsch, un licor incoloro elaborado por destilación del jugo de una especie de cerezas silvestres producidas en la Selva Negra de Alemania. Y el Dr.Pepper Shandy, una mezcla de lager con amaretto que en el Reino Unido también se mezcla con cola.

Como podéis ver la imaginación es infinita, a much@s les pueden resultar auténticas exquisiteces, pero para gustos los colores, y nosotros no somos quien para decir lo contrario, así que solo queda que cada cual las disfrute como le plazca. Recordad que podéis comprar vuestras Radler más refrescantes en la tienda online de cervezas del momento.

Salud!!

Fuentes: Radler. Projekt Gutenberg by Lena Christ, The Radler-The Bicyclst: The Radler-The Beer (Austrian Beer Articles), A brief history of Shandies around the World by Priya Krishna.

 

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